SANTO DOMINGO. Como ocurre todos los años desde el 2002, se celebra este año el Festival de las Aves Endémicas del Caribe (CEBF) del 22 de abril (Día Mundial de la Tierra) al 22 de mayo (Día Mundial de la Biodiversidad) coordinado por Birds Caribbean.
El objetivo principal del Festival es llamar la atención sobre la gran cantidad de aves exclusivas de la región del caribe insular (cerca de 176 especies) y la importancia de su conservación. Se escoge este período por ser la época de mayor actividad reproductiva entre las aves endémicas de la zona.
El lema que se adoptó en esta ocasión es “Año de las Aves”, en apoyo a una iniciativa de National Geographic, institución que propuso que el 2018 fuera dedicado a este grupo zoológico, para conmemorar el centenario de la histórica “Ley del Tratado de Aves Migratorias”, cuya influencia bienhechora se ha extendido a todo el Continente y ha contribuido a salvar a millones de aves.
Este exitoso programa, en el que participan más de 20 países y que atrae a más de 80,000 personas cada año, pretende destacar el interés mundial que hay en la conservación de las aves exclusivas de nuestra región y su inmensa significación cultural.
Cerca del 72% de las aves del Caribe son endémicas de la zona, una situación que no ocurre en ninguna otra región del mundo.
Después de varias actualizaciones que se le han hecho a la lista de áreas naturales prioritarias, el Caribe insular sigue figurando entre las cinco áreas más importantes para la conservación de la biodiversidad mundial.
Según la Unión Nacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y BirdLife International, el Caribe es una de las regiones más ricas del planeta por la exclusividad de sus especies autóctonas.
La Hispaniola es la isla del Caribe insular que tiene más aves endémicas (unas 32 especies); un número mucho mayor que el que existe en países mucho más extensos como Canadá, que es 206 veces más grande que la RD (casi 10 millones de km cuadrados) y sólo cuenta con tres aves endémicas.
El CEBF de este año recomienda a los participantes determinar qué podemos hacer para contribuir a la conservación de las aves y, consecuentemente, implementar actividades que nos permitan alcanzar esos objetivos.
A continuación algunas de las actividades sugeridas durante el Festival:
1. Siembre árboles nativos que provean alimento (néctar, frutas o semillas) y refugio a las aves en la escuela, parques, hogar o negocio.
2. Remueva plantas invasoras o restos dañinos del área para ayudar a las aves y aumentar su diversidad en la zona.
3. Provea una fuente de agua que permita a las aves beber y bañarse. Esto es muy importante en todo el Caribe.
4. Elabore una lista de plantas nativas que beneficie a las aves y comparta la lista con miembros de tu comunidad; pídales que escojan árboles nativos en vez de exóticos, que a su vez pueden introducir especies invasoras que son dañinas.
5. Realice una actividad para observar aves en un parque o área protegida, destacando la importancia de estas áreas para la conservación de las aves.
6. Organice un programa sobre plantas nativas y cómo ayudan a proteger a las aves endémicas y a las migratorias durante el invierno.
7. Inicie un proyecto de restauración de hábitat, ya sea grande o pequeño. Su patio trasero puede proporcionar un hábitat importante para las especies endémicas y las aves migratorias que pasan a través del área.
Cuenta un ornitólogo cubano que durante la Segunda Guerra Mundial, un soldado de EUA recuperó su libertad gracias a un ave endémica.
Estaba confinado en una isla japonesa y sus cartas a la familia eran censuradas. Pero como tanto su padre como él eran observadores de aves, en una de las cartas le comentaba que estaba muy triste y que su único consuelo era un pajarito que solía visitarlo cada mañana.
La descripción de ese pajarito, que sólo existía en esa isla, permitió la ubicación y posterior rescate del prisionero.
fuente: diariolibre.com